La Temporalización del Trabajo
Futuro del Trabajo: LA TEMPORALIZACIÓN DEL TRABAJO por Louis Hyman en TEMP.
La historia de los sorprendentes orígenes de la economía del trabajo, por lo que las decisiones tomadas por consultores y directores ejecutivos en los años de las décadas del 50 y 60, alteraron la estabilidad del lugar de trabajo y las vidas de millones de trabajadores y trabajadoras de los Estados Unidos de la posguerra.
Durante una generación, aproximadamente de 1945 a 1970, los líderes empresariales y gubernamentales adoptaron la visión de una fuerza laboral estadounidense arraigada en la estabilidad. Pero en los últimos cincuenta años, la seguridad en el empleo se ha desvanecido, ya que las instituciones de posguerra que protegían de la volatilidad (grandes sindicatos, grandes corporaciones, poderosas agencias reguladoras) han sido barridas por una ferviente creencia en el poder regulador milagroso del mercado.
Todas las personas que trabajan en los Estados Unidos se hacen la misma pregunta ¿qué tan seguro es mi trabajo?
Louis Hyman, profesor de Cornell e historiador económico, rastrea la sorprendente transformación de un espíritu que favoreció la inversión a largo plazo en el trabajo (y los trabajadores) a uno que promueve rendimientos a corto plazo. Una serie de decisiones deliberadas que precedieron a la revolución digital y pusieron al entendimiento -generalmente aceptado y por mucho tiempo- de lo que una corporación, una fábrica o una tienda debían hacer.
Hyman sostiene que la gig economy (economía de plataformas digitales) es síntoma y no causa de un mercado laboral que tiende a la precarización y al trabajo independiente.
Hyman cree que este sesgo de lentes con exceso de tecnología también se aplica al entendimiento del pasado y no solo a la interpretación del futuro. En su reciente libro gig economy (economía de plataformas digitales) es síntoma y no causa de un mercado laboral que tiende a la precarización y al trabajo independiente. Hyman está seguro de que la tecnología saca provecho, acelera y cristaliza un contexto que había sido determinado por nuestras decisiones de cómo se organiza el mundo laboral, pero que no es el principal descriptor ni determinante. El historiador sitúa a fines de los 70 la decadencia del empleo formal, de buena calidad y dependiente. Las plataformas de internet no hicieron más que consolidar la crisis y sacar provecho de algo preexistente.
