Necesitamos más evangelizadores que levanten la biblia del Cluetrain


Ya con casi 10 años encima y aún el libro/site del Cluetrain Manifesto sigue siendo anatema (máxima sanción impuesta a los pecadores, a los que se les considera destinados a la condenación eterna) o simplemente permanece en la oscura ignorancia de los gerentes de marca, que no advierten nada mejor que seguir los mandatos de sus predecesores pre-web 1.0, fieles a la doctrina Kotler & Friends más ortodoxa.

Solo un reducido número de estrategas reconoce el poder revolucionario y amenaza a las instituciones corporativas que hay detrás de cada clave del manifiesto. Detrás de sus inocentes reflexiones, sus coloquiales citas y su mundanal lenguaje, el documento aguarda a todos los lectores desprevenidos para conmoverlos y convertirlos en incendiarios capaces de prender en llamas las gastadas estrategias que pasan por sus manos y que son el pan de cada día de nuestros mercados.

Hay que tener en cuenta que la labor insurgente pro-cluetrain, “para los que deciden aceptarla”, es de lenta penetración, pasando la voz en los comités de mercadeo, en las revisiones de marca, en los planes comerciales, un espontáneo email y hasta en el coffee breack, siempre apuntalando una clave, solo una por vez para no asustar a los más escépticos. Esta la labor hormiga no debe ser menospreciada y su efecto multiplicador puede tardar, pero los frutos para la organización serán incalculables, o si mal le va, la mantendrá en el mercado lo suficiente para que usted como predicador sea redimido por su necia insistencia en lo venía y nadie más reconocio (él que tenga oídos, que oiga).

El nuevo paradigma que predica el Cluetrain no debe tomarse a la ligera y el enrolamiento de más creyentes es un claro mandato para aquellos que ven el potencial transformador que traen sus frases al invitarnos a reflexionar y abrirnos con nuevos lenguajes en el mercado y mantener dentro de ellos conversaciones.

Por ello creo que el manifiesto debe conmover hasta el tuétano nuestras prácticas. Él en sí mismo es un claro llamado a la acción, a la desobediencia civil, a un apasionado debate, a la resistencia pacífica o no tan pacífica, pero su potencial es infinito si uno se atreve a tomarlo a pecho.

Con él hay que ser un ferviente practicante, un dogmático empedernido y cumplirlo hasta sus últimas consecuencias. Si al leerlo no hay ni una gota de entusiasmo y solo ves 95 ocurrencias sin forma de vincularlo con tu marca y tu negocio, ¡felicidades! Eres una prueba viviente que los dinosaurios no se han extinguido pero tu fin está cerca.

Solo del fervor de los creyentes en el Cluetrain y sus piadosos apóstoles será el reino de este mundo, por eso léelo y reléelo. No dejes de pasar la voz. Sé que moverás montañas.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Si Alejo, ninguna duda, soy un ferviente admirador del Cluetrain Manifesto y he escrito muchas veces de el, es interesantísimo como forma de entender una nueva forma de las compañías tienen para relacionarse con sus consumidores, con los proveedores y con la comunidad en general. El renovado rol de las personas que son las que le dan vida a la organización.
Anónimo ha dicho que…
Yo trato de evangelizar tambien en mi blog, y aun muchas empresas en Latinoamerica dicen que para esto falta mucho... yo creo que no... ya esto llego ... Aqui escribo algo sobre el tema:

http://jesushoyos.typepad.com/crm_en_latinoamerica/2008/04/crm-ahora-es-colaborativo-contuaci%C3%B3n.html
Alejo Retamal ha dicho que…
Jesús, sobre el tema Colaborativo vs Interactivo que mencionas en tu blog, y los ejemplos que das cabría pensar que la responsabilidad que tenemos es mayor, al tener que "predicar" en mercados no tan maduros con el tema como es el latinoamericano. Conceptos de web 2.0 en nuestros países pueden ya implementarse tecnológicamente, pero aún nos falta integrar un aspecto cultural donde la organización debe tomar un rol receptivo y eso no es fácil para muchos. Qué bueno que vivimos en estos tiempos!

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